Año 2186. Espacio profundo y lejano.
Nos encontramos en un pequeño sistema lejano de cuatro planetas con un pequeño Sol. Ninguno de esos planetas posee luna alguna, pero el tercero tiene un objeto orbitando lentamente a su alrededor.
De repente, aparece una nave que irrumpe en ese pequeño sistema silente. Ese vehículo estaba hecho con tecnología alienígena, incomprensible para el ser humano.
Mediante lo que parecían unos curiosos propulsores orgánicos se aproximó poco a poco a ese misterioso objeto que orbitaba. Cuando se acercó lo suficiente, el objeto se mostró como una gran nave espacial abandonada...era muy extraño encontrar un pecio así a la deriva, y en esa parte del universo...
La nave alienígena se acercó a una de las plataformas de atraque, y lentamente se posó en el centro. Cuando los propulsores se enfriaron, se abrió una compuerta vertical en la parte posterior.
Aparecieron cuatro figuras humanoides enfundadas en trajes con respiraderos, que solamente mostraban sus ojos a través de lo que parecía el cristal. Esos ojos se parecían a los de los reptiles terrestres…
Bajaron de su nave y se quedaron mirando la enorme estructura durante unos instantes, intentando descifrar el misterio de por qué estaba ahí varada.
Se dividieron en dos parejas y entraron por compuertas opuestas. En el interior se notaba que nadie vivo lo había pisado en mucho tiempo.
Después de haber realizado los oportunos escáneres, convinieron ejecutar una misión de reconocimiento al interior del pecio para establecer el posible motivo de su abandono, y a lo mejor reclamarlo como propio debido a ello. No parecía una mala maniobra por su parte, ya que esa era una de sus principales actividades.
Esa nave era enorme, y tardaron bastantes horas en poder explorar la mayoría de las salas...hasta que una de las parejas encontró una sala que tuvo que desprecintar, ya que se encontraba sellada al vacío (el típico sistema de seguridad).
Mediante una pequeña herramienta-láser abrieron una puerta en el cristal de protección. Tras cruzarla se encontraron en el interior de una de las mayores bibliotecas que se hubieran visto. Sí, bibliotecas de libros…libros humanos.... ¿Qué demonios era ese sitio? ¿Cómo podía ser posible encontrar esa enorme biblioteca humana ahí?
Tras examinar algunas estanterías, uno de ellos abrió un pequeño hueco en otro de los cristales de protección. Metió una de sus manos y sacó uno de esos libros. Parecía del siglo XIX humano, pero tenía muy poco polvo, fruto de su buena conservación.
El alien lo aproximó para inspeccionarlo de cerca. Parecía un tomo de unas 300 páginas, con una enjuta encuadernación, y en el lomo solamente figuraban unos números de color dorado (que lógicamente no entendía).
Cogió el libro con las dos manos y se dispuso a abrirlo. Justo en ese momento aparece un resplandor azul del interior de las páginas, como si viniera de la parte del encuadernado. Entonces una especie de halo de ese color emerge del interior del libro. Rápidamente el alien lo suelta, pero es demasiado tarde, porque lo que parece ser una entidad se hace corpórea enfrente suyo.
Sorprendentemente, esa luz se convierte en la figura de una chica humana, todavía translúcida y de color azul. La reacción instintiva del alien es sacar un arma que tenía imantada en la pierna, y apuntar a esa entidad. Entonces, la fantasma azul empieza a hablar mientras levanta las manos:
—¡Por favor! ¡No dispares…a mí no vas a hacerme nada, porque va a atravesarme...soy una especie de fantasma…pero es importante mantener la integridad de esta nave! ¡Si disparas puede que hagas un agujero y se vaya todo al espacio!
El alien se la queda mirando dubitativo, girando ligeramente la cabeza, pero no deja de apuntarla con el arma.
—Sé que no puedes entenderme…pero no sé cómo decirte que tú y los que estén contigo ¡¡tenéis que iros, ahora!!
El ser sigue mirándolo extrañado…y parece que finalmente no van a entenderse....
—En esta nave hay algo…algo que os va a atrapar… y os va a pasar lo mismo que a mí...
En ese momento una enorme zarpa de color rojo se lleva al alienígena en un abrir y cerrar de ojos... La fantasma descubre horrorizada como ha vuelto el mayor de sus temores: ¡la terrible criatura mutante roja causante de su pesadilla!
—¡¡Noo!! ¡¡No vas a atraparme otra vez!!
Nos encontramos en un pequeño sistema lejano de cuatro planetas con un pequeño Sol. Ninguno de esos planetas posee luna alguna, pero el tercero tiene un objeto orbitando lentamente a su alrededor.
De repente, aparece una nave que irrumpe en ese pequeño sistema silente. Ese vehículo estaba hecho con tecnología alienígena, incomprensible para el ser humano.
Mediante lo que parecían unos curiosos propulsores orgánicos se aproximó poco a poco a ese misterioso objeto que orbitaba. Cuando se acercó lo suficiente, el objeto se mostró como una gran nave espacial abandonada...era muy extraño encontrar un pecio así a la deriva, y en esa parte del universo...
La nave alienígena se acercó a una de las plataformas de atraque, y lentamente se posó en el centro. Cuando los propulsores se enfriaron, se abrió una compuerta vertical en la parte posterior.
Aparecieron cuatro figuras humanoides enfundadas en trajes con respiraderos, que solamente mostraban sus ojos a través de lo que parecía el cristal. Esos ojos se parecían a los de los reptiles terrestres…
Bajaron de su nave y se quedaron mirando la enorme estructura durante unos instantes, intentando descifrar el misterio de por qué estaba ahí varada.
Se dividieron en dos parejas y entraron por compuertas opuestas. En el interior se notaba que nadie vivo lo había pisado en mucho tiempo.
Después de haber realizado los oportunos escáneres, convinieron ejecutar una misión de reconocimiento al interior del pecio para establecer el posible motivo de su abandono, y a lo mejor reclamarlo como propio debido a ello. No parecía una mala maniobra por su parte, ya que esa era una de sus principales actividades.
Esa nave era enorme, y tardaron bastantes horas en poder explorar la mayoría de las salas...hasta que una de las parejas encontró una sala que tuvo que desprecintar, ya que se encontraba sellada al vacío (el típico sistema de seguridad).
Mediante una pequeña herramienta-láser abrieron una puerta en el cristal de protección. Tras cruzarla se encontraron en el interior de una de las mayores bibliotecas que se hubieran visto. Sí, bibliotecas de libros…libros humanos.... ¿Qué demonios era ese sitio? ¿Cómo podía ser posible encontrar esa enorme biblioteca humana ahí?
Tras examinar algunas estanterías, uno de ellos abrió un pequeño hueco en otro de los cristales de protección. Metió una de sus manos y sacó uno de esos libros. Parecía del siglo XIX humano, pero tenía muy poco polvo, fruto de su buena conservación.
El alien lo aproximó para inspeccionarlo de cerca. Parecía un tomo de unas 300 páginas, con una enjuta encuadernación, y en el lomo solamente figuraban unos números de color dorado (que lógicamente no entendía).
Cogió el libro con las dos manos y se dispuso a abrirlo. Justo en ese momento aparece un resplandor azul del interior de las páginas, como si viniera de la parte del encuadernado. Entonces una especie de halo de ese color emerge del interior del libro. Rápidamente el alien lo suelta, pero es demasiado tarde, porque lo que parece ser una entidad se hace corpórea enfrente suyo.
Sorprendentemente, esa luz se convierte en la figura de una chica humana, todavía translúcida y de color azul. La reacción instintiva del alien es sacar un arma que tenía imantada en la pierna, y apuntar a esa entidad. Entonces, la fantasma azul empieza a hablar mientras levanta las manos:
—¡Por favor! ¡No dispares…a mí no vas a hacerme nada, porque va a atravesarme...soy una especie de fantasma…pero es importante mantener la integridad de esta nave! ¡Si disparas puede que hagas un agujero y se vaya todo al espacio!
El alien se la queda mirando dubitativo, girando ligeramente la cabeza, pero no deja de apuntarla con el arma.
—Sé que no puedes entenderme…pero no sé cómo decirte que tú y los que estén contigo ¡¡tenéis que iros, ahora!!
El ser sigue mirándolo extrañado…y parece que finalmente no van a entenderse....
—En esta nave hay algo…algo que os va a atrapar… y os va a pasar lo mismo que a mí...
En ese momento una enorme zarpa de color rojo se lleva al alienígena en un abrir y cerrar de ojos... La fantasma descubre horrorizada como ha vuelto el mayor de sus temores: ¡la terrible criatura mutante roja causante de su pesadilla!
—¡¡Noo!! ¡¡No vas a atraparme otra vez!!
La fantasma empieza a huir pasillo abajo, mientras esa horrible criatura (todavía sin saber cómo) separa el alma del cuerpo del alienígena. Era un espectáculo terrible y a la vez increíble...pero no había tiempo para verlo. Ese ser fue el que la atrapó ahí hace muchos años…pero ella todavía lo recordaba como lo que era antes: su Capitán Medion.
¿Cómo había ocurrido?
Seguía sin saber exactamente en qué momento el Capitán de la nave se convirtió en esa criatura... pero lo que sí que recordaba era la pesadilla que vivió ella misma durante sus dos últimos días de cuerpo físico:
“La que otrora fue encargada de sub-motores del sector 3, se encontró de repente ocultándose por su vida porque se detectó una amenaza en el interior de la nave. Las imágenes que se podían ver en todos los monitores mostraban a una criatura deforme que atrapaba a todo el mundo a su paso. A través de imágenes térmicas se pudo ver a través del humo cómo ejecutaba ese macabro ritual de separar el alma de los cuerpos. Incluso algunas cámaras grabaron el momento en que introducía esas almas en los libros de la biblioteca del nivel 36. Sí, era como si cosechara almas y las guardara en libros, como una macabra colección…
Nadie podía explicar lo que estaba ocurriendo. Sólo se comentó que los hechos empezaron después de la Anomalía, cuando la fragata del Capitán volvió de una expedición en la superficie de ese tercer planeta. Fuera lo que fuera lo que habían encontrado, se estaba apoderando de la nave, tras haber sometido al Capitán y haberlo convertido en esa criatura.
Los recuerdos físicos de la encargada de los sub-motores terminaron cuando la criatura la encontró escondida en uno de los armarios de herramientas de su puesto de trabajo. Eso sí, el momento de traspaso fue algo muy rápido, con un intenso dolor que duró sólo un segundo, para luego verse saliendo de su propio cuerpo, sin poder controlar ninguno de sus movimientos. Lentamente notó como se fue condensando sobre sí misma a la vez que se aproximaba a un libro, que se abría delante suyo. Entonces, fugazmente un halo de luz azul lo iluminó todo mientras notaba que entraba en ese libro. Cuando desapareció todo rastro del halo azul, todo quedó en la más absoluta oscuridad...y en un silencio total. Sin saber cómo, ¡esa criatura había encerrado su alma en un libro!
De esta manera estuvo un número indeterminado de años en esa nave atrapada por la órbita del planeta, en ese extremo del universo que desconocía totalmente, hasta que esa expedición alienígena lo soltó involuntariamente.”
Tras correr flotando todo lo que pudo, y atravesar puertas y paredes, casualmente llegó a la estancia donde estaba el otro alien, que se sobresaltó al ver una entidad azul desconocida apareciendo a través de la pared. Ese momento duró muy poco, porque pasó algo que nadie esperaba: la fantasma no había advertido de la presencia del alien, y cuando atravesó la pared no tuvo tiempo de reaccionar, y en lugar de traspasarlo se precipitó encima suyo... El cuerpo del alien cayó al suelo de espaldas y quedó inconsciente…
Pasados unos minutos, volvió en sí y lentamente se fue incorporando. No podía caber en su asombro...
La encargada de los sub-motores ¡había colonizado el cuerpo de ese alienígena! …pero ¿cómo era posible si antes había visto que esos seres también tienen un alma? En ese momento uno de los brazos empezó a darle bofetones y a responder de manera autónoma. Claro, entonces lo entendió: su alma estaba solamente "hospedada" en ese cuerpo, junto a esa otra alma alienígena. Decidió calmarse cerrando los ojos, e intentar conectar con el alien, explicándole mentalmente todo lo sucedido, para intentar entenderse, porque con la palabra no sería posible… Pasados unos minutos logró que la entendiera, y de esta forma pudo ejecutar su plan.
Empezó a correr a través de esos pasillos de la forma más rápida que ese cuerpo le permitía. En ese momento, el alien llevaba el timón del cuerpo. Tras unos minutos, llegaron a un gran invernadero que se había mantenido alejado del resto de la nave, y su ecosistema se auto-mantuvo durante mucho tiempo (la naturaleza sigue demostrando que es sabia). En esa sala estaban los otros dos alienígenas. Rápidamente se le acercan, y su parte alien les empieza a explicar lo sucedido...pero era tarde, porque no advirtieron que la criatura estaba al acecho, y con un rápido movimiento de sus enormes zarpas atrapó a los dos aliens.
La superviviente empezó a correr en dirección opuesta mientras a lo lejos esos dos alienígenas sucumbían al monstruo.
Por fin logró llegar hasta la nave. Entró y se sentó en la cabina. Torpemente empezó a conectar los sistemas, pero dejó que fuera el alien el que pilotara, porque en ese momento la criatura roja había irrumpido en el hangar y se dirigía peligrosamente hacia ellos.
Los propulsores orgánicos se dispusieron correctamente y la nave empezó a levantarse de la plataforma. El monstruo advierte de ello y se dirige más rápida y violentamente hacia allí, y en lo que parecieron unos instantes que se congelaron en el tiempo, casi logra hacerse con la nave, pero el alien tenía un arma oculta: nada más despegar activó una especie de híper-propulsor, que lo catapultó hacia el espacio en un parpadeo, generando una explosión que solamente vio durante una fracción de segundo.
Era difícil saber si el monstruo sobrevivió, ya que parecía que se precipitaría al espacio si no atrapaba la nave a tiempo…pero por ahora daba igual, porque la superviviente se encontraba en el interior del cuerpo de un alienígena, y se estaban dirigiendo a un destino desconocido…lo único seguro era que había conseguido escapar de ese monstruo, y ahora su existencia era diferente...
¿Llegaría algún día a volver para intentar ayudar a sus amigos que todavía están atrapados en los libros de ese pecio?
¿Decidiría empezar una nueva vida simbiótica con esa desconocida raza alienígena?
¿Preferiría intentar volver a la Tierra y avisar de todo lo ocurrido?
Fuera como fuera, se le había otorgado una segunda oportunidad de una forma totalmente inesperada...
¿La aprovecharía?
¿Cómo había ocurrido?
Seguía sin saber exactamente en qué momento el Capitán de la nave se convirtió en esa criatura... pero lo que sí que recordaba era la pesadilla que vivió ella misma durante sus dos últimos días de cuerpo físico:
“La que otrora fue encargada de sub-motores del sector 3, se encontró de repente ocultándose por su vida porque se detectó una amenaza en el interior de la nave. Las imágenes que se podían ver en todos los monitores mostraban a una criatura deforme que atrapaba a todo el mundo a su paso. A través de imágenes térmicas se pudo ver a través del humo cómo ejecutaba ese macabro ritual de separar el alma de los cuerpos. Incluso algunas cámaras grabaron el momento en que introducía esas almas en los libros de la biblioteca del nivel 36. Sí, era como si cosechara almas y las guardara en libros, como una macabra colección…
Nadie podía explicar lo que estaba ocurriendo. Sólo se comentó que los hechos empezaron después de la Anomalía, cuando la fragata del Capitán volvió de una expedición en la superficie de ese tercer planeta. Fuera lo que fuera lo que habían encontrado, se estaba apoderando de la nave, tras haber sometido al Capitán y haberlo convertido en esa criatura.
Los recuerdos físicos de la encargada de los sub-motores terminaron cuando la criatura la encontró escondida en uno de los armarios de herramientas de su puesto de trabajo. Eso sí, el momento de traspaso fue algo muy rápido, con un intenso dolor que duró sólo un segundo, para luego verse saliendo de su propio cuerpo, sin poder controlar ninguno de sus movimientos. Lentamente notó como se fue condensando sobre sí misma a la vez que se aproximaba a un libro, que se abría delante suyo. Entonces, fugazmente un halo de luz azul lo iluminó todo mientras notaba que entraba en ese libro. Cuando desapareció todo rastro del halo azul, todo quedó en la más absoluta oscuridad...y en un silencio total. Sin saber cómo, ¡esa criatura había encerrado su alma en un libro!
De esta manera estuvo un número indeterminado de años en esa nave atrapada por la órbita del planeta, en ese extremo del universo que desconocía totalmente, hasta que esa expedición alienígena lo soltó involuntariamente.”
Tras correr flotando todo lo que pudo, y atravesar puertas y paredes, casualmente llegó a la estancia donde estaba el otro alien, que se sobresaltó al ver una entidad azul desconocida apareciendo a través de la pared. Ese momento duró muy poco, porque pasó algo que nadie esperaba: la fantasma no había advertido de la presencia del alien, y cuando atravesó la pared no tuvo tiempo de reaccionar, y en lugar de traspasarlo se precipitó encima suyo... El cuerpo del alien cayó al suelo de espaldas y quedó inconsciente…
Pasados unos minutos, volvió en sí y lentamente se fue incorporando. No podía caber en su asombro...
La encargada de los sub-motores ¡había colonizado el cuerpo de ese alienígena! …pero ¿cómo era posible si antes había visto que esos seres también tienen un alma? En ese momento uno de los brazos empezó a darle bofetones y a responder de manera autónoma. Claro, entonces lo entendió: su alma estaba solamente "hospedada" en ese cuerpo, junto a esa otra alma alienígena. Decidió calmarse cerrando los ojos, e intentar conectar con el alien, explicándole mentalmente todo lo sucedido, para intentar entenderse, porque con la palabra no sería posible… Pasados unos minutos logró que la entendiera, y de esta forma pudo ejecutar su plan.
Empezó a correr a través de esos pasillos de la forma más rápida que ese cuerpo le permitía. En ese momento, el alien llevaba el timón del cuerpo. Tras unos minutos, llegaron a un gran invernadero que se había mantenido alejado del resto de la nave, y su ecosistema se auto-mantuvo durante mucho tiempo (la naturaleza sigue demostrando que es sabia). En esa sala estaban los otros dos alienígenas. Rápidamente se le acercan, y su parte alien les empieza a explicar lo sucedido...pero era tarde, porque no advirtieron que la criatura estaba al acecho, y con un rápido movimiento de sus enormes zarpas atrapó a los dos aliens.
La superviviente empezó a correr en dirección opuesta mientras a lo lejos esos dos alienígenas sucumbían al monstruo.
Por fin logró llegar hasta la nave. Entró y se sentó en la cabina. Torpemente empezó a conectar los sistemas, pero dejó que fuera el alien el que pilotara, porque en ese momento la criatura roja había irrumpido en el hangar y se dirigía peligrosamente hacia ellos.
Los propulsores orgánicos se dispusieron correctamente y la nave empezó a levantarse de la plataforma. El monstruo advierte de ello y se dirige más rápida y violentamente hacia allí, y en lo que parecieron unos instantes que se congelaron en el tiempo, casi logra hacerse con la nave, pero el alien tenía un arma oculta: nada más despegar activó una especie de híper-propulsor, que lo catapultó hacia el espacio en un parpadeo, generando una explosión que solamente vio durante una fracción de segundo.
Era difícil saber si el monstruo sobrevivió, ya que parecía que se precipitaría al espacio si no atrapaba la nave a tiempo…pero por ahora daba igual, porque la superviviente se encontraba en el interior del cuerpo de un alienígena, y se estaban dirigiendo a un destino desconocido…lo único seguro era que había conseguido escapar de ese monstruo, y ahora su existencia era diferente...
¿Llegaría algún día a volver para intentar ayudar a sus amigos que todavía están atrapados en los libros de ese pecio?
¿Decidiría empezar una nueva vida simbiótica con esa desconocida raza alienígena?
¿Preferiría intentar volver a la Tierra y avisar de todo lo ocurrido?
Fuera como fuera, se le había otorgado una segunda oportunidad de una forma totalmente inesperada...
¿La aprovecharía?
© 2025 Josep Maria Solé. Todos los derechos reservados.
Disturbing Stories, número 036, "Coleccionista".
Registrado en SafeCreative con el ID: 2502180898210.
Fecha de registro: febrero 2025.
Este relato no puede ser reproducido, distribuido ni modificado sin el permiso expreso del autor.
Disturbing Stories, número 036, "Coleccionista".
Registrado en SafeCreative con el ID: 2502180898210.
Fecha de registro: febrero 2025.
Este relato no puede ser reproducido, distribuido ni modificado sin el permiso expreso del autor.